Yo le di la fuerza a los brazos que hoy me hieren,
yo besé hasta la locura los labios que ahora me insultan.
Yo le dí vida a esos ojos
que ahora sin piedad,
clavan en mi alma puñales que desean mi muerte.
Todos mis trabajos, mi vigor y sacrificios contínuos
formaron ese cuerpo que ahora empleas contra mí,
y...¿Sabes porqué?
¡IMBÉCIL!
Por que en el fondo sabes que hagas lo que me hagas,
me insultes, me maltrates o incluso, me mates,
siempre te perdonaré y.
eternamente tendrás mi amor.
aunque no lo merezcas.
¡Hijo mío!
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