BOSQUE ANIMADO.
De nuevo la tarde se ha ido más tarde que ayer y en el aire olor a mimosas y melancolía.
Asoma el crepúsculo y la dama noche se acerca,
tenderá su negra capa sobre el horizonte
y el frío acompañara
a las estrellas del invierno, nítidas, puras,
farolillos colgados con finos hilos
de firmamento.
Hadas, ninfas y nereidas.
El orbe feérico saldrá a los claros,
a bailar en la noche mágica
del solsticio de Invierno.
Gnomos alegres la contemplarán,
sentados en las piedras desgastadas de siglos.
Encienden su hoguera que no dejará
rastro mañana y
animaran la noche triste del bosque,
cuando todos creen que la obscuridad es
la muerte.
Antes de la jornada de caza, búhos, carábos, lechuzas y mochuelos,
observan la escena divertidos.
Se desperezan del largo día de sueño
y vuelan a sus andanzas.
Los chopos del bosque, desnudos, añoran
el equinoccio de la Primavera o
el solsticio vernal para vestir
con buenas galas,
ardiendo la savia en sus vegetales venas.
El amanecer, no sorprenderá la fiesta,
y los claros del bosque
aparecerán inéditos
sólo hollados por el solitario
buscador de setas.
Marcial-Jesús Hueros Iglesias
Mochilo.030305. Badajoz.
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