Bótoa
Luces de velas-luciérnagas entre longevas encinas- un año más
Bajarán de su trono a la Virgen campesina,
la patrona de los campos de esta sufrida tierra.
Hoy, esta primavera lluviosa,
la feraz vegetación ha estallado en miríadas de flores:
rojas, azules y amarillas.
Los romeros que iluminan el camino y cantan,
escuchan a lo lejos, los cantos de los alcaravanes y mochuelos.
Mañana, en su esplendor la reina de los campos,
se adornará de amapolas y espigas que resaltarán su bello rostro.
Y, cuando duerma en su ermita,
tortillas, buen vino, huevos cocidos y filetes empanados,
presidirán la lúdica tarde hasta que el poniente,
despida a los romeros y marchen a descansar.
Suenan lejos los sones de guitarras y el relincho de los caballos
secando el sudor del camino,
Polvo y polvo, para los que sólo serán polvo
Pero hasta entonces, en paisaje es solo suyo
la vida y su Virgen.
Casa 18cincosiete.
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