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jueves, 24 de febrero de 2011

al final



¿Quién a pagar esto?

El dolor sordo de un día tras otro; 
el dolor profundo que deja sin aliento el alma,
que te aliena, que te invalida, 
para otros sentimientos.
La impotencia, de luchar contra fuerzas que no comprendes,
de intentar demostrar a los demás lo que para tí es evidente.

El llanto, que brota sin sentido, 
sin tú llamarlo,
que no libera,
que no desahoga,...
llanto al fin... inútil.

la soledad,
de horas, 
de días.
La soledad de un niño perdido en una feria, donde no oye los sonidos de la música, ni ve los destellos de las luces de colores.

¿QUIÉN VA A PAGAR ESTO?


Quién va a pagar los sueños rotos, 
las ilusiones perdidas por los recuerdos muertos..
y, quién,  por la desesperanza de un mañana incierto
 en cada amanecer indiferente
cuando rompe el día.
 
¿Y?, la nostalgia de otros mundos vividos, 
ya muy lejanos y que acuden para
despertar amarguras.

El fracaso por entregarlo todo para al final recibir
el premio de la incomprensión y la indiferencia.

La angustia que atenaza al alma, 
que hunde el espíritu,
hasta hacer renegar de la vida.
 
La pena que anida rencorosa en el corazón y la impotencia de no poder renegar de ella
Y, al fin, el desprecio.



¿Quién me va a devolver el tiempo perdido?
 
Pasaran los años y con ellos se cerraran las heridas; la piel ya no será la misma; por siempre lucirá la cicatríz.
CON EL TIEMPO PENSÉ QUE LLEGARÍA EL PERDÓN Y QUIZÁS EL OLVIDO;
HOY SE QUE NO ES POSIBLE NI EL OLVIDO , NI EL PERDÓN. 






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