El embarcadero
Pronta ya la amanecida,
De los petirrojos trinos,
El gallo que canta-albea
A l alba que a nacer vino.
Al son que marca la luz,
Resucitan estorninos
Chirriantes músicos-vagos
En sus alas su destino.
Sube la niebla del cauce
Cansada, más es su sino,
Para morir a la tarde,
Reinventando los caminos.
Sol, que deshilachando vas
Cortando algodones finos.
De iluminar tanta vida
Lleva el corazón cansino
Badajoz, . 060108.
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