martes, 28 de diciembre de 2010

A MI HIJA ALBA 20042001 Noche de la tormenta en el río Guadiana.

Era un buscador de tormentas y arcos iris,
conocía el nombre de las aves y las plantas,
sentía en su piel el aleteo de las mariposas,
amaba el arte y la belleza.


Sabía ver a su Dios, en lo insignificante y...
en las fuerzas de la Naturaleza desatadas,
colecionaba plumas de aves (comó otros joyas),
y amaba al pueblo llano en su pronta desnudez.


!El agua! su mundo era el amado río,
perito en amaneceres  no logrados.
Muñidor de estrellas y cometas.

Amante de jóvenes vidas,
genial en la palabra amada
y loco, loco, de aficción a la vida.

PARA SU DESESPERANZA, INCOMPRENSIÓN,
PARA SU DESÁNIMO: AVERSIÓN A LO EXTRAÑO.
AMIGO DEL POEMA INCONCLUSO.


Cuando un día, sus cenizas,
florezcan en lirios del amado cauce,
con su corazón cansado de esperanzas y
negado a seguir los caminos...


Paraté, y sabrás, que por encima del mundo,
este pobre ser...

!ES EL QUE MÁS TE HA QUERIDO!





(Escrito en una noche gran tormenta,cuando sentí que el corazón podría ser único y a 20 de Abril de 2.001)

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