CARTONES
Amaneció muerto un viejo,
Anciano de soles y tormentas,
Curtido de surcos y de hijos,
Amamantado por el sol
Y las escarchas invernales.
Cargadas las espaldas
De miserias y sufrimientos.
Ocho décadas de hijos muertos,
De cosechas calcinadas,
Arruinadas de pedriscos y sequías.
¿ Cuántas noches velando infantes,
enfermos camino del purgatorio?
¡ cúantos días doblando la espina,
aguantando el tempero,
intentando robarle al cielo,
la soberbia cosecha,
que nunca llegaba!
La que le parió los hijos, lo dejó sólo,
Cuando más sólo estaba.
Barro en su vida, barro, resignación
-pura agonía-.
Luces de neón lo asombraron
En la recta final de la vida.
Choza de cartones en los fríos jardines,
Escarchados de noche estrellada
“A mala cama colchón de vino”
catorce, quince años,
noche mágica de sábado,
seis bullas de alegre juventud.
¡ Qué bien arden los cartones!
¡ Cómo chisporrotean ¡
¡ Y huele a cerdo chamuscado ¡
mochuelo veinte diez seis
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