¿Cuanto mide la muerte?
¿Quién mide mi vida?
El corto espacio entre mi alba y la noche.
¿Quién no midió o no quiso medir lo que fue un niño?
Nadie se ocupó de quién era, que sentimientos,
Qué de mis llantos, qué de mis risas.
Nadie midió.
Pero:
¡Qué escrupulosos sois con la muerte!
¡Cómo dais la espalda a mi vida!
En mi ocaso, la etiqueta del pie, decía mi nombre y mi muerte,
Nunca en vida tuve una que dijera:
Tiene hambre, tiene frío , TEME.
Me cubrís cuando mi pequeño cuerpo ya no tiene frio,
Me dais cuando ya no necesito. Será,
¿Qué si vivo olía mal, temeís que muerto huela peor?
Parca que te cebas en las flores del desierto
Que ya nunca alumbrarán frutos y semillas.
8-6 Midiendo un niño para un ataúd, muerto por bombas U:S:A:
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