UN DÍA EN EL RÍO
MARCIAL-jESÚS HUEROS IGLESIAS
Calienta el sol febrerino, ¡Bajas seco Guadiana amigo!. Se han poblado tus márgenes, de mimosas olorosas del hechizo y de estilizados olmos precursores de las flores primaverales. Los “Batanes”, bello rincón del Guadiana,se han llenado, con los primeros rayos de un sol caliente, de vocingleros bípedos masticadores de caretas poco carnavaslescas de puerco; jaurías de bípedas crías arrasan todo a su paso, los pocos esqueléticos árboles (Cansados de continuos saqueos), son desgajados para alimentar la hoguera donde se chamuscará lo peor del marrano.
Bolsas plásticas y latas multicolores crecen como antiestéticas flores en tus orillas, desechos de muerte inmarchita que florecidas adornarán muchas primaveras.
Al final, tu virginidad invernal queda impúdicamente mancillada.
Jugarán a las cartas, malditos casinos. Sustituirán el trinar de los pájaros con músicas, ¿Músicas?…iterativas, “chunda-chunda” y altosonantes ante lo que la vida silvestre huye. Alguno en un alarde de progresía y modernidad porta un pequeño televisor.
Y regresarán cansados y enardecidos a quitarse la mugre que tú les prestastes. No han sosegado el ánimo y mañana seguirán irritables e irritados y a esperar el próximo fin de semana para “descansar” del cansado fin de semana anterior.
La única esperanza, es que el tórrido sol del verano, los expulsará de tus dominios y volverán a sus cuevas ,nichos con aire acondicionado.
Mas, sus restos seguirán viviendo imperecederos en tus orillas, hasta que una benéfica riada, se lleve los detritus un poco río abajo o quede colgada de los árboles. ¿Sabes? que las alturas de tus avenidas se mide por la altura que alcanzan las compresas y los preservativos en los arbustos de tu orilla.
SECUENCIAS DE UN DÍA DEL BÍPEDO EN EL RÍO GUADIANA
1.- lLegada de coche con “casete” a tope de música pachanguera con todos los “archiperres” de la fiesta, bolsas de grandes superficies, “tapergüeres”y la consabida nevera azul de blanca asa.
2.- Sillas y mesa coloristas y la manta “pa que jueguen los niños”, que ni la pisarán. Se abren los “tapergüeres”con las viandas preparadas en casa: de gazpacho, ensaladilla rusa, huevos duros, las imprescindibles tortillas, las chuletas de cordero "empanás"; el suave olor de los peruétanos y tilos luciendo ya sus florecillas blancas, el olor fresco de las hierba recién levantada se transforma en olores, que no aromas, de fritos y ajo . Previamente las bípedas hembras han decidido la colocación de los enseres en función del viento y de la sombra.
3.- Colocación de las viandas, espantamiento de las pocas moscas recién nacidas.Todo preparado para empezar “a abrí boca”.
4.- Los bípedos machos y mozangones se dedican a la destrucción del arbolado para encender fuego y preparar los desechos del animal totémico: el cerdo. Se abren las primeras latas multicolores.
5.- Salado de las partes menos nobles, pancetas, orejas, salchichas, papada, pestorejo y a veces las odoríferas sardinas que impregnan el aire de un delicioso aroma marino (He visto, río querido, algún tilo o peruétano salir corriendo ante esta situación sardinera). Asado y degustación sobre cantero de pan acompañado de cerveza o vino. Los más pequeños juegan a la pelota o buscan nidos para “observarlos”
6.- Durante toda la jornada, miles de decibelios escapan de los vehículos compitiendo en el “chunda-chunda”, los niños chillan y las amorosas madres bípedas vociferan llamando “a fagina”:
-¡Cristofé!
-¡Deme!
-¡Jonatán!
-¡A COMÉ!
¡SE RESPIRA LA FELICIDAD!
7.- Panza llena. Colocación de una mesa plegable para comenzar la partida de cartas:
- ¡Cata, trae la botella de güisqui del coche!
- ¡Manola, trae vasos y yelos!
Ellas comentan sus cosas: el programa de Gran Hermano, la princesa de Gales, el último embarazo de alguna famosilla, el último capítulo de la interesante telenovela.
8.- Nuevo botanicidio para apurar los restos del marrano.
9.- Desbandada,después de la recogida, dejando las floridas las orillas como un campo de batalla. Algunos, más “civilizados,” deja las bolsas de desperdicios colgadas de los árboles como temprana Navidad, quizá esperando que algún camión de basura virtual, pase a recorgerlas.
10.- Ya en el coche, los sucios pequeños bípedos lloran y chillan y el padre encendido por los cubatas, va pensando:
¡QUE BONITA ES LA NATURALEZA!
¡QUE BUEN DÍA HEMOS PASAO!
Marcial-Jesús Hueros Iglesias. Primavera 2.005
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