Ángel caído en aras de los rencores de los pueblos,
Cuanta belleza ardiente,
Carne virgen entre chatarra inmunda.
Mano yerta con gesto de abrazo a la Vida y…
En tu cuerpo tanta muerte destrozada
Tus labios púberes nacidos para besar,
Carne abrasada.
La mano inerte que no acariciará.
Quién te esperaba ya sabe que no volverás;
Te quedaste sentado, sin decir palabra,
En el sitio donde nunca debiste estar mas
Tu triste destino así lo quiso.
¿Por qué ha morir tanta belleza?
Se han cerrado tus ojos, en un instante de vida.
Cuando ha vencido la muerte,
Tranquilo, ya no hay hambre, sed o miedo.
Ya no te importará el desierto, nada ni nadie,
Sólo serás carne joven putrefacta.
Mochilo 200706
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