domingo, 22 de abril de 2012

El ruiseñor bastardo




EL RUISEÑOR BASTARDO

¡Si, ya sé, que es mejor cantor que yo!

Pero no mejor presencia; es pardo como yo y un poco más grande.
¿Y, qué?

Cuando llega la primavera y los mosquitos empiezan a abundar llega
a la umbría de la ribera y chulo elige una rama por contadero y ¡Hala!
a lanzar sus conciertos nocturnos que tanto gustan a las chicas.

No puedo negar que canta muy bonito, mejor que yo, que más que cantar
reclamo, pero que se dé tanto pisto ¡me mosquea!

Yo, me paso el año cazando mosquitos que a los poetas molestan y pican
y hay algún invierno que creo que va ser el último
or la falta de alimentos.

Él llega en la abundancia, cría a su pollos igual de engreídos que él,
Y cuando las cosas se ponen difíciles, ¡Ea!, se largan buscando el calor.

¡A los divos no les va la vida dura del matorral,
será que el frío les ataca sus preciosas voces!

¿Y los viajes?
De continente a continente, nuevos paisajes, nuevas gentes; otras lenguas
¡Que suerte!

Cuando en estas mañanas frías de niebla me despierto y desperezo mis alas, pienso en ello.
¡Qué bien se lo estarán pasando!

¡Que una nube de pínfanos caiga sobre los poetas…
“Desde el lindo posadero trinaba el cantor RUISEÑOR, trovador de la espesura”
O
“Desde el lindo posadero trinaba el cantor RUISEÑOR BASTARDO trovador de la espesura”

y  es que los poetas encumbrados desconocen  que los pájaros a veces tenemos apellido.

¡Qué nubes de mosquitos se coman a los poetas ígnaros!
                Marcial-Jesús Hueros Iglesias.   231104.    Badajoz.

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